En huelga

Dicen los entendidos que no toca,
que ahora no es el momento,
que si la economía
y que si los mercados
y que no sé que prima que ponemos en riesgo.
Y que además saldremos muy feos en la foto.

Por lo visto las huelgas hay que hacerlas
cuando no existan pobres,
cuando todos habiten en casas confortables
y se acuesten sin miedo a que los echen
y todo el mundo ejerza su derecho al trabajo
con un salario justo.

Cuando el futuro espere cargado de promesas
a todos nuestros jóvenes
y no tengan que irse a vivir a otro mundo.

Cuando a nuestros ancianos los atienda el Estado
en justa proporción a lo que dieron,
cuando a los inmigrantes que se juegan la vida
los acoja un país con los brazos abiertos.

Pero yo, que no entiendo, ¡qué ocurrencia!
voy y me pongo en huelga
cuando el hambre se adueña de las calles,
cuando el miedo se agarra en las tripas vacías,
cuando el trabajador está dispuesto
a agachar la cerviz por un sueldo de mierda
y se deja pisar por que coman sus hijos.

Cuando a los que son jóvenes
se les muere el futuro
y ni siquiera tienen fuerzas para amarse,
y los que no son jóvenes ambicionan la muerte
como única salida.

Yo, es que, como no entiendo,
voy y me pongo en huelga.